La escritura de un kanji
La caligrafía occidental se basa en el resultado final de la misma sin tener en cuenta el modo de escribir las letras que componen la caligrafía. Este método no tiene mucho éxito con caracteres como los kanjis dada su gran complejidad. La caligrafía oriental (china, japonesa y coreana) tiene unas reglas de escritura estrictas y requiere una disciplina muy superior a la que estamos acostumbrados en occidente.
Un kanji debe escribirse en un cuadrado perfecto.
Cada kanji se compone de una serie de radicales. Los radicales se forman por la unión de varios trazos. Un trazo es una línea que se hace sin levantar el pincel del papel. Los radicales se estudiaran posteriormente, pero como adelanto decir que son pequeñas subunidades (subsignificados) de cuya unión surge el kanji y su significado.
Aprender a escribir kanjis depende en gran medida de la atención que se preste al correcto orden de dibujo de los trazos de un kanji.
Cientos de años de experiencia han dado lugar a una serie de reglas básicas sobre como debe escribirse un kanji, pero aun así, existen kanjis que no siguen estas reglas. Pueden ocurrir conflictos entre dos o más reglas y entonces la única manera de conocer las excepciones es sabiendo de antemano como se escriben los kanjis. Con las reglas que se dan a continuación la mayoría de los kanjis se escriben sin ningún problema.
Regla primera: Arriba antes que abajo.
Regla segunda: Izquierda antes que derecha.
Regla tercera: Líneas horizontales antes que una línea que las cruza.
Regla cuarta: Líneas inclinadas hacia la derecha antes que líneas inclinadas hacia la izquierda cruzando las anteriores.
Regla quinta: Parte central antes que elementos simétricos a ella.
Regla sexta: Exterior antes que interior. Con la excepción que la «caja» que contiene a otros trazos no se cierra hasta haber acabado la parte interior.
Se usan más de treinta diferentes tipos de trazos para representar los kanjis japoneses, pero hay seis que son generalmente reconocidos como básicos:
Punto Horizontal Vertical
Izquierdo Derecho Arriba
Los trazos compuestos se forman a partir de combinaciones de trazos básicos, y a menudo están unidos mediante un pequeño arco (el arco está marcado con una flecha).
Durante miles de años la escritura japonesa se ha considerado más como un arte que como una mera habilidad. Tiempo, paciencia y dedicación es todo lo que se necesita para escribir.
Los trazos de un kanji
De poco nos serviría tener una lista de los 7000 kanjis de que se compone la lengua japonesa si no estuvieran clasificarlos. Una buena clasificación es vital para un acceso rápido a los kanjis, algo fundamental para una traducción medianamente eficiente. El tiempo medio de búsqueda de un kanji depende en gran medida de la información que tengamos del mismo. Las fuentes que recopilan y clasifican los kanjis se conocen con el nombre de "diccionarios de kanjis". La mayoria suelen usar la clasificación por número de trazos. La gran ventaja de la clasificación por número de trazos es que en principio siempre podremos contar el número de trazos de un kanji. Un japonés no necesita consultar un diccionario de kanjis continuamente porque ha memorizado los kanjis.
La clasificación por número de trazos se basan en que hay kanjis que tienen un mínimo de un trazo hasta un máximo de treinta trazos. Un trazo es una línea que se hace sin levantar el pincel del papel. Sólo existe una excepción que altera el número de trazos lógico de un kanji. Tal excepción consiste en que los dos trazos que formen la esquina superior-derecha se cuentan como uno sólo.
El número de trazos de un kanji en principio es una información que siempre vamos a tener de un kanji. Saber cuantos trazos tiene un kanji es útil para poder eliminar una gran cantidad entre los que tenemos que buscar reduciendo el tiempo medio de localización de un carácter. Si sabemos que nuestro kanji por ejemplo tiene diez trazos entonces sólo tendremos que buscar entre unos doscientos kanjis, no entre más de dos mil.
Sin embargo esta búsqueda es ineficaz por diversos motivos. Para empezar es muy difícil conocer el número exacto de trazos de un kanji debido a que las grafías son muy variadas y no siempre los trazos van a estar bien diferenciados. Otra razón es que aunque sepamos que un kanji tiene exactamente nueve trazos, todavía tenemos que encontrarlo entre ciento noventa kanjis, algo que puede llevar bastante tiempo. En la mayoría de los casos tendremos que usar aproximaciones dado que no podremos saber a ciencia cierta el número de trazos. Puede que no sepamos que un kanji tiene exactamente nueve trazos, entonces deberemos buscarlo entre ocho, nueve y diez trazos, con lo cual la probabilidad de encontrarlo vuelve a bajar. Mi consejo es sólo se use esta búsqueda cuando los kanjis tengan menos de cinco trazos, estéis muy seguros del número de trazos o si todos los demás métodos de búsqueda han fallado. Todo esto suponiendo que tengais un diccionario de kanjis que tenga más de un método de busqueda.
Las lecturas de un kanji
Como vimos en la evolución histórica del kanji, los caracteres chinos fueron importados con su correspondiente lectura japonesa. Pero aunque los japoneses tenían su propia pronunciación para leer los caracteres chinos, no olvidaron la lectura original china. La adaptación no podría haber sido idéntica porque el chino y el japonés tienen distintas fonéticas.
Como cualquier caracter escrito occidental, los caracteres kanji se pueden leer. Un kanji japonés actual tiene generalmente dos lecturas, una china y otra japonesa. Ambas son necesarias porque, según sea la palabra de que forma parte el kanji, así será la lectura del kanji en ese contexto. La lectura china se conoce como ON-yomi y la japonesa como KUN-yomi . No todos los kanjis tienen las dos lecturas, aunque lo más normal es que tenga una sola lectura china y varias japonesas.
Un kanji puede tener varias y muy diversas lecturas o pronunciaciones, tanto ON como KUN. El hecho de que existan distintas lecturas para cada kanji da lugar al problema de saber cuando se usa cada una. No existen reglas absolutas sobre que lectura tiene un kanji en cada contexto. Según el origen o el significado de la palabra de la que forme parte tendrá una lectura u otra. Para la traducción no plantea grandes dificultades dado que se busca en un diccionario japonés - español por el kanji directamente. El gran problema comienza cuando tenemos que leer un texto japonés (escrito en kanji por supuesto) y no sabemos la lectura concreta del kanji en esa palabra.
Afortunadamente para nosotros existe una manera fácil de poder leer el japonés correctamente sin sabernos las lecturas del kanji. Esta maravillosa ayuda consiste en el uso de unos caracteres llamados furiganas . Los furiganas consisten simplemente en poner la lectura del kanji a su lado en kana. De esta manera es como empiezan los escolares nipones a aprender las lecturas de los kanjis. Dado que un japonés en edad escolar no domina todos los kanjis necesarios para leer su lengua se usan furiganas en todos los libros o publicaciones orientados al público infantil. Lamentablemente el tanto por ciento de publicaciones que usan furiganas no supera el 15%, por eso es necesario saberse los kanjis y sus pronunciaciones de memoria para un completo aprendizaje del japonés.
Lo que sí es cierto es que existen una serie de generalidades respecto a la lectura de los kanjis que se podrían resumir en tres "reglas":
- Kanjis aislados seguidos de okuriganas se leen KUN (lectura japonesa).
- Kanjis en composición con otros kanjis para formar una palabra se leen ON (lectura china).
- Las palabras compuestas no tienen dos lecturas diferentes, o todos los kanjis se leen KUN o todos se leen ON.
Las pronunciaciones de un kanji realmente son un problema en la lectura del japonés, pero no así en su traducción. En la traducción nosotros buscaremos por palabras (grupos de kanjis o kanas) con lo que automáticamente que encontremos la palabra a buscar tendremos la lectura de la palabra completa en kana (suponiendo que tenemos un buen diccionario japonés-español).
Para leer correctamente la lengua japonesa se debe seguir el método japonés. La incorporación de los kanjis a la lectura es progresiva. En un principio sólo se leen textos en katakana e hiragana y poco a poco se empiezan a introducir en la lectura caracteres kanjis de dificultad escalonada acompañados de furiganas. Esto que puede parecer sencillo, lleva años de estudio. El japonés es una lengua compleja hasta para los propios japoneses.
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